Una historia es...

Una historia es la pintura de las palabras.
Es el dibujo difuminado de una vida.
Una historia es el color de los seres que viven y de los que no.
Una historia se compone de palabras. De letras. De sonidos cantados por una garganta muda.
Una historia es cada uno de los versos de las grandes tragedias griegas, de las epopeyas. Es cada una de las miradas de Romeo a Julieta, cada uno de los sueños de Dante con Beatriz.
Una historia es cada una de las lágrimas que se vierten, con o sin razón. Es cada una de las sonrisas que se regalan, por todo o por nada.
Una historia es la etapa adulta de un niño cuya madre se llama Inspiración.
Una historia es cada uno de los besos que se regalan los amantes al despedirse con la luz del Sol.
Una historia es un quizá.
Es una negación y una afirmación.
Una historia es cada una de las risas que sueltan los amigos. Es el cariño y la alegría al verte de quien se preocupa por ti.
Es la sensación de una madre a la que su hijo recién nacido agarra sus dedos con sus manitos la primera vez que se tocan.
Una historia es el amor y el odio, la vida y la muerte encarnados en el papel, o susurrados al viento, para que se los lleve lejos, a cualquier persona que pueda oírlo.
Una historia es la desesperación del suicida. Es la fe de un religioso. La locura de un interno en el manicomio.
Una historia es la tristeza esbozando una sonrisa de felicidad.
Una historia eres tú.
Una historia soy yo.
Una historia es él o ella.
Una historia es nada.
Una historia es todo.