-Mamá, ¿dónde están las estrellas?

-Mamá, ¿dónde están las estrellas?
-No se ven, Lilly, porque las luces de la autopista no dejan ver la débil luz de las estrellas.
-¡Mamá! ¿Eso es una estrella?
-No, eso es un coche.
Para Llilly, los coches han atrapado a las estrellas, las atropellan y así tienen luz.
Su madre quiere que deje de preguntar cosas que no podrá asimilar, pero ella quiere conservar su inocencia, quiere seguir construyendo castillos en el aire, con estructuras de fantasía que jamás se sostendrían en la gravedad.